domingo, 13 de abril de 2014

Redacción de ortografía


Hoy he quedado con todos mis amigos. Caminábamos tranquilamente cuando llegamos a un parque. Uno de ellos estaba con su monopatín cuando de repente se dio un golpe.

-          ¡Ay!, ¡vaya tortazo me he metido con esa valla!

-          ¿Te encuentras bien? A ver donde te has dado el golpe.

-          En el brazo derecho. Me duele mucho, espero no haberme hecho nada.

-          ¡Bah!, eso te dolerá un rato, pero poco a poco se te quitará el dolor.

-          Querría que me mirasen en casa y ponerme algo de hielo.

-          ¿Y por dónde se va?, que te acompaño.

-          Yo te guío.

En ese momento me despedí de los demás y como el brazo le seguía doliendo, mientras estábamos yendo decidimos coger el autobús.

-          ¡Hola chicos!, ¿qué tal lo habéis pasado?

-          ¡Hola mamá! Me he caído y me duele el brazo.

-          ¿Ah, sí?, déjame ver. Esto no es nada, te pongo un poco de hielo y ya. ¿Cómo fue la caída?

-          Me di contra una valla, Miguel lo vio.

-          ¿En serio?, pues quédate en casa y ya mañana si ves que te has recuperado bajas otra vez, pero aprovecha esta tarde para estudiar, que el jueves tiene examen.

-          ¡Jolines!, ¿No hay otra cosa que haya que hacer mejor que estudiar?

-          Sí, hacer los deberes de matemáticas.

-          Bueno, yo me voy que también tengo que hacer los deberes. ¡Adiós!

-          ¡Hasta luego!

Mi amigo no tuvo más remedio que quedarse en casa.Volví al parque tan cansado que las piernas me estaban empezando a decir basta.

-          ¿Qué tal está Antonio?

-          Bien, pero ahora tiene que descansar y hacer los deberes.

-          ¡Qué suerte!, mira este tubo tan raro que me he encontrado.


      -      Déjalo donde estaba. ¿Jugamos un partido?

-          Sí, ¿dónde?

-          Ahí en ese campo cercano.

-          Ese sitio es muy vasto, habrá que coger unas chaquetas y hacer unas porterías con ellas. ¿Dónde está el balón?
-     Cerca de ese haya hay uno, pero está sucio.
-      Da igual, jugaremos así.

Después del partido acabamos más o menos cansados.

-          ¿Te vas a quedar más?

-          No, vayámonos a casa ya, que .

-          Vale, hasta mañana.